viernes, 18 de mayo de 2018

MEDITACION EN EL AULA



“La inteligencia no tiene nada que ver con pasar exámenes” 
J. Krishnamurti


Relajarse y respirar



Últimamente  se habla mucho de meditación, o mindfulness, pero ¿que es en realidad?

¿Sirve para algo? O simplemente es una palabra que se ha puesto de moda.

Cada vez son mas los maestros que ponen en práctica la meditación durante unos minutos antes de empezar a trabajar en el aula. Hoy  en día existe bastante bibliografía sobre meditación para niños, o en el aula.
Al final de esta entrada se muestran una serie de enlaces a blogs educativos y artículos relacionados con el tema. Son muchos los beneficios que se le atribuyen, entre otros:

-  Ayuda a concentrarse
-  Reduce la ansiedad y mejora la calidad del sueño
-  Mejora la escucha y la atención
-  Desarrolla la empatía y la autoestima
-  Reduce la violencia
-  Aumenta la autoestima


Desde diferentes instituciones se anima y se facilitan recursos para poder realizar experiencias con niños. Pero vayamos al  centro de la cuestión.

La meditación, más allá de una  técnica para relajarse consiste en tomar conciencia del momento presente, atendiendo a las emociones y a los pensamientos,  una vía de desarrollo personal, de crecimiento mental, de equilibrio entre cuerpo, emoción, intelecto y sentimiento.

No es solo una técnica de relajación, sino que se trata de un trabajo continuo y a través del cual de forma progresiva se van comprendiendo los procedimientos de nuestro propio pensar y sentir.


Hay que aclarar que es una práctica  ajena a la religión, si bien  procede del budismo, donde se desarrolló, aunque no implica creencias ni ideologías. 


Pero para no alejarnos del tema, vamos a centrarnos en el trabajo con niños y por qué es importante.


Meditando en el colegio



Tradicionalmente en la escuela se suele enseñar al niño  QUE  y no CÓMO pensar. 

Decía el filósofo Krishnamurti, autor de la cita que abre este post, que es sólo mediante la comprensión de los procedimientos de nuestro propio pensar y sentir, que podremos ayudar al niño a ser un ser humano libre”.

“La inteligencia no tiene nada que ver con pasar exámenes. La inteligencia es la percepción espontánea que hace al hombre fuerte y libre”.

En un sistema educativo que apuesta por el trabajo de las inteligencias múltiples,  es importantísimo dotar al alumno de herramientas para gestionar su emociones. Y estos pequeños espacios de tiempo dedicados a relajarse y meditar son la herramienta más idónea. Es un trabajo sencillo, en pequeñas dosis que no llegan a cansar al niño, y sin embargo lo liberan de multitud de aspectos negativos que frenan y limitan sus capacidades. En este sentido son muy interesantes los logros conseguidos por, entre otras,  las Fundación David Lynch, en America latina, y el trabajo que desarrolla la fundación Claudio Naranjo.


En España, se pueden encontrar publicaciones dirigidas a padres y maestros sobre meditación con ejercicios prácticos sencillos para realizar en casa, como “Tranquilos y atentos como una ranita” (incluye CD) o “Meditación para niños” de Ramiro Calle.



Esta claro que nos e trata de convertir el colegio en una escuela de meditación ni mucho menos, si no de aplicar pequeños paréntesis temporales para tomar conciencia de nuestra respiración, nuestro estado físico, nuestros sentimientos, a través de la calma. Con esto se consigue eliminar el stress, frenar la acumulación mental que puede llevar a la saturación, y predisponer nuestro ánimo y nuestro cerebro para emprender tareas nuevas en la materia  que toque trabajar ese día.

Estamos hablando de 5 o 10 minutos, que pueden ser al inicio o a media mañana, tomando como base la respiración diafragmática, en una posición corporal adecuada. Bien sentados con la espalda recta o bien acostados, aunque en este caso es posible que algún  niño se duerma. Generalmente se suele usar alguna música neutral de fondo. 


 







La importancia del silencio






Es importante elegir un fondo sonoro adecuado, por ello hay que ser muy cuidadoso con la música que vamos a emplear. Debe ser una música lo más neutra posible a nivel emocional, es decir, que no evoque melancolía, tristeza u otro sentimiento concreto. Yo recomiendo usar música lo menos melódica posible. Además, debe incitar a la  tranquilidad.  Personalmente, he de decir que la mayoría de de cd´s que he encontrado en el mercado o en Internet con el epígrafe música para meditar, música para relajarse etc…. no son válidos, así que ojo, pues si bien una música apropiada puede ser de gran ayuda, muchas de ellas son excesivamente evocadoras, por lo que al final resulta que en vez de conectar con tus propios sentimientos y pensamientos lo que haces es evadirte de ellos, y eso es precisamente de lo que huye la meditación, pues lo que se persigue es  una conexión contigo mismo. Por ello, ante la duda  de que música escoger, yo propongo el silencio.



Quizá de entrada, esto pueda provocar cierta resistencia, pero podemos empezar con música y poco a poco ir bajándola de volumen. También esta la opción de usar sonidos ambientales, aunque también habría que ser cuidadosos a la hora de elegirlos.
Más importante aún, a la hora de tomar las decisiones como entorno, música, duración y temporalización, es analizar las características particulares del grupo con el que se pretende realizar. Y tener siempre en cuenta una máxima, la flexibilidad, el diseño que hagamos de la actividad debe ser abierto y flexible a las necesidades de los niños y las respuestas que vayamos obteniendo.
















Primeros pasos




Este curso, en nuestro colegio, hemos incluido dos sesiones de meditación semanales, incluidas dentro del proyecto de salud "Para sentirte mejor". Se realizaban en los cursos de 2º y 3º justo después del recreo, en el área de Educación Artística. Al principio, eran pequeños ejercicios de respiración, conciencia postural y relajación de unos pocos minutos de duración, que semana tras semana se han ido alargando paulatinamente hasta llegar en algún caso a los 20 minutos. 




Decir que después de estas mini sesiones, y con el paso de las semanas, los niños están más tranquilos, y con ganas de trabajar, además de hacerlo de forma mas silenciosa y serena.

Ha sido curioso observar como los niños han acogido esta práctica con mucho agrado. De hecho cuando algún día hemos subido del recreo y por la dinámica de actividades y exigencias de programación que solemos llevar los maestros, me he saltado la sesión por “aprovechar el tiempo”, los propios niños han reclamado con desánimo: ¿Es que hoy no meditamos?

Es muy enriquecedor realizar una pequeña asamblea tras estos ejercicios. Hablar con los niños y que ellos hablen, si quieren hacerlo, e incitarles a verbalizar como se encuentran, lo que han pensado, que se imaginaban durante la sesión, que sentimiento tienen etc…







También puede resultar muy edificante, y ayuda a prolongar el estado adquirido, invitarles a realizar una composición plástica sin demasiadas consignas,  donde puedan expresarse con  libertad. Y subrayo esta palabra, porque no se trata de decirles lo que tiene que hacer,  sino de ofrecer un espacio donde puedan desarrollar lo que llevan dentro en ese momento. 

Los resultados de estos dibujos son una devolución que puede darnos una información muy valiosa sobre el alumno. Seria recomendable hacerlo  mensual o trimestralmente e ir comparando la evolución. 




 





Los resultados no suelen ser inmediatos. Es una cuestión de riego por goteo, y hay que saber tener paciencia, pero a la larga merece la pena. 
Para nosotros esto es solo un comienzo. De momento nos hemos atrevido a dar el primer paso, y comenzar a experimentar. Recomendamos que lo intenten. La experiencia es sana y agradable, a los niños les gusta, y nos aporta paz, esa otra palabra de la que nos acordamos una vez al año, aunque no lleguemos a entender del todo bien que significa.  

Como maestros queremos ayudar a crecer, seguir aprendiendo, y por ello nos hemos propuesto continuar investigando y aplicando en nuestras aulas estas pequeñas sesiones para mejorar en lo posible el bienestar de nuestros alumnos. Para ello, volviendo al autor con que habríamos este post:


 “Solo si escuchamos podremos aprender. Y escuchar es un acto de silencio; solo una mente serena, pero extraordinariamente activa puede aprender”.



Web:

http://www.fundacionclaudionaranjo.com/blog/una-experiencia-meditacion-en-aula.html


http://fundaciondavidlynch.org/


http://www.elmundo.es/espana/2015/06/15/556f439c268e3e9e438b459a.html


https://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/escuela-colegio/meditacion-para-ninos-y-profesores-en-el-aula/


http://www.auladeelena.com/p/proyecto-relajacion-en-el-aula.html


http://maestradecorazon.com/meditacion-para-ninos

http://pedagogia.montessoridecancun.com/index.php/lecturas-montessori/108-krishnamurti-y-montessori

http://jiddu-krishnamurti.net/es/educacion-y-significado-vida/krishnamurti-educacion-y-significado-vida-06

http://www.educaixa.com/-/pequenas-relajaciones-meditacion


Libros:


- "TRANQUILOS Y ATENTOS COMO UNA RANA", Eline snel. kairos ed.
- "Meditación para niños" Luis López González. Plataforma Ed.
- "RELAJACION PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES", REINER KEMMLER .tea ed.
- "Mindfulness para niños (El Niño y su Mundo)", Paloma Sainz Martínez. Zenith ed.
- "MEDITACION PARA NIÑOS", Ramiro calle. kairos ed.

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