¡Atención, atención!
Sagrado
Corazón,
Tiene el gusto de invitarles
A una gran representación,
Realizada por admirables
Alumnos con un gran corazón
El teatro y la expresión corporal en sus múltiples variantes tiene mucha importancia en educación, pues es un proceso experiencial en el que se trabajan multitud de aspectos relacionados con el desarrollo de capacidades fundamentales que posibilitan diferentes aprendizajes, pero en el terreno que nos ocupa, la
educación especial, supone una excelente herramienta de trabajo terapéutico.
¿Por
qué decimos esto?, pues es evidente que con el Teatro conseguimos manifestar
sentimientos, emociones o simplemente, nos divertimos, también
inconscientemente trabajamos una serie de aspectos fundamentales para todo
desarrollo humano, tales como la comunicación, la cooperación, capacidad de
esfuerzo, integración etc.
El
Teatro terapéutico
a nivel grupal tiene muchos objetivos, además de obtener un enriquecimiento por
el solo hecho de poder compartir experiencias con otras personas, las cuales
expresarán sus sentimientos y opiniones, pudiendo así, generar un desarrollo
grupal de las habilidades sociales y expresivas.
Como final de curso, un pequeño grupo de actores y
actrices, llevó a cabo la representación teatral:
“UN BARCO LLAMADO COLABORACIÓN”
La tripulación
estaba formada por:
-
El Capitán: Aymen
-
El timonel: Juanjo
-
Los marineros: Natalia, Sara, Marco y Juanita.
El objetivo de esta obra de teatro es llegar a
puerto, para ello, tienen que realizar una peligrosa travesía por el mar, en la
que tendrán que superar numerosos peligros. Por lo que tienen que aprender a
trabajar en equipo, a respetar y ayudar a sus compañeros y sobre todo a no
perder la esperanza.
A pesar de todas las adversidades que le surgen
navegando, son capaces de divisar tierra, y todo ello es, gracias al apoyo de
su capitán y de la confianza puesta en su tripulación.
Felicitar a este grupo de actores, por lo bien que
lo hicieron y porque no solo representaron los obstáculos propios de la
tripulación, sino que superaron los suyos propios. Fueron capaces de participar
hasta el final, a pesar de no gustarle alguno de ellos la obra, respetaron a
sus compañeros, sus nerviosismos y
bromas pesadas, por eso, y por tener el mayor corazón que se pueda
tener, os felicito y os animo a seguir navegando en vuestras vidas y a qué no
os rindáis jamás, porque como dice el guión:
“El rumbo lo llevamos marcado todos en nuestro
corazón y no
nos lo pueden quitar todas las tempestades del mundo, ni nadie”
Siempre os llevaré en mi
corazón
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